Todo el equipo de Ramofrut está celebrando nuestro nuevo sitio web, y más que un rediseño o un cambio de imagen, quisimos mejorar el proceso de compra de nuestros ramos para que la experiencia sea más vanguardista y al alcance de nuestros fieles clientes y futuros clientes también.
Como motivo de esta celebración me gustaría contarte cómo comenzó todo, como nació Ramofrut, y como las mujeres venezolanas, podemos salir adelante cuando tenemos una idea y la ejecutamos.
Hace 6 años, en mi mente existía una idea firme de emprender algo para salir adelante, escuchaba muchos consejos y orientaciones que me decían que en algún lugar yo tenía un talento y lo debía que descubrir. Realmente no sabía qué hacer, pensaba que no tenía talento para hacer algo que cambiara mi vida, pues desde que me casé siempre trabajé con mi familia. Sin embargo, siempre soñaba con ser independiente, tenía metas y grandes sueños que pensaba que eran inalcanzables.
Hace 5 años, todo cambió a través de una simple acción, recuerdo que escribí mis metas en una hoja: a corto, mediano y a largo plazo. Entre ellas coloqué que quería ser independiente y tener mi propio negocio, para mi mayor sorpresa no tuve que esperar mucho, en menos de 3 meses ya tenía en mente lo que quería hacer, pero, ¡Había un problema! No sabía cómo, no contaba con las herramientas apropiadas para hacerlo, tenía muchas inquietudes y muchas preguntas, una de ellas era: ¿Cómo haría para poder cumplir con mi esposo y mis dos hijos, es decir, con todas mis responsabilidades? Sabía que esto no me detendría y que tenía que buscar la manera de ser una «SuperWoman» y lograrlo.
Mi idea era simplemente jugar un poco con la creatividad y hacer Ramos de Frutas. Acudí a internet para saber si ya habían algunas ideas, tomé algunos ejemplos y di el paso. Busqué la opinión de un amigo para darle un nombre original, eso sí, corto y fácil de recordar: RAMOFRUT. Creamos el logo, luego el sitio web, y un paso a la vez, veía como todo se iba a materializando. Comencé a practicar la forma de tallar las frutas para darles formas, mezclar distintos tipos de ellas para hacer una obra de arte comestible y crear mis propias técnicas. Han pasado 5 años ya, y no tengo palabras para expresar la alegría que tengo porque esto apenas es el inicio de todo.
He estado en programas de televisión nacional compartiendo mi talento, he dictado cursos y talleres para las personas que también deseen emprender este arte, porque realmente cuando compartes el conocimiento, el beneficio es mucho más grande que guardarlo para uno mismo. Junto a mi esposo, una pieza clave de este emprendimiento, hemos logrado sacar adelante a nuestra familia. Hemos compartido juntos viajes, experiencias, y sobre todo, independencia financiera. Tengo el tiempo necesario para compartir con mis hijos y poder educarlos.
Siempre hay una frase que te marca de por vida, la mía fue: «Una idea puede cambiar tu historia» y desde que escuché esa frase de una persona muy querida que me ayudó desde el inicio, no hago otra cosa que llevar a cabo estas ideas, una vez llegan a mi cabeza. ¿No sé si creas en Dios? Tampoco te lo comentó por religión, pero si creo fielmente que Él, es el que ha estado detrás de todo, llenándome de coraje para enfrentar cada desafío y abriendo puertas cada vez que ejecuto mis ideas.
Sé que vendrán cosas mejores y ustedes serán parte de ello, durante estos años mis clientes me han acompañado en esta travesía y mi agradecimiento es para ustedes también.
Seguiré escribiendo por aquí cada vez que me lo permita para compartir experiencias y conocimiento.
Un abrazo fuerte,
Deisiree de Cornieles